domingo, 17 de mayo de 2009

Reseña del texto "La mente disciplinada" de Howard Gardner

Gardner, Howard. (2005). “La mente disciplinada” en: Las cinco mentes del futuro. Un ensayo educativo. Barcelona: Paidós. Pp. 23-40.

En este texto, Howard Gardner nos invita a reflexionar en torno a la necesidad de formar en los estudiantes hábitos de disciplina hacia la construcción del conocimiento.

A través de los cinco apartados que conforman su escrito nos lleva por un recorrido en el que expone claramente la necesidad de formar una mente disciplina interiorizada, que se logar cuando se distingue entre materia y disciplina, y se siguen cuatro pasos básicos, acompañado de formas distintas de evaluación de lo que los estudiantes saben.

En el primer apartado, denominado “El alcance de la comprensión”, el autor plantea la realidad que enfrentamos cotidianamente al observar que no existen diferencias sustanciales entre la forma en que los estudiantes interpretan la información o los hechos, y aquellas concepciones que expresan quienes no se encuentran en procesos de escolarización formales. En este sentido se verifica que hay un gran cúmulo de información, más no una comprensión de la propia disciplina.

Después de este panorama, Gardner, expone en “Un poco de historia”, un recorrido muy breve sobre la evolución de la educación para finalmente caracterizar las tres facetas que caracterizan la educación primaria y atinadamente incluye la necesidad de contar con el dominio de aptitudes relacionadas con el uso de las TIC. Termina este punto con el hecho de que a pesar que parece haber una secuencia comúnmente acordada sobre los contenidos “escenciales” que debe incluir el currículo, los estudiantes, los jóvenes demuestran no entender los conceptos esenciales de diversas materias.

Este planteamiento es analizado en “Materia y disciplina”, donde denuncia que mientras los propios responsables políticos, maestros, estudiantes y ciudadanos distingan entre materia y disciplina, cualquier acto será en vano. Mientras en las materias se da un gran énfasis a la memorización, la disciplina conlleva una manera característica de concebir el mundo, científica en que es consabido que nada es eterno y que el conocimiento y las verdades, son relativas. No se menosprecia la capacidad de memorizar información si ésta se sostiene de una conexión entre sus temas subyacentes, en contexto.

Y posterior a este diagnóstico estremecedor, el autor en “Cómo disciplinar la mente” comparte cuatro pasos para conseguir una mente disciplinada, en la que es esencial que se enseña a pensar como en las principales disciplinas. La lista que propone el autor incluye ciencia, las matemáticas, la historia y por lo menos una forma de arte. Además refiere la importancia de valorar los aprendizajes al colocar frente a los estudiantes nuevos retos, problemas distintos a lo que ya saben realizar.

Concluye con “El otro tipo de disciplina”, donde refiere que una persona es disciplinada en tanto manifiesta hábitos que le permiten un aprendizaje permanente, que le guían hacia el dominio de una técnica, un arte o un cuerpo de conocimiento, en forma constante. Se requiere de una disciplina interiorizada, que se sustenta en dos razones. La primera es que la persona disciplinada comprende que la acumulación de conocimientos demanda estudiar a lo largo de la vida, y la segunda es por el placer que produce el proceso de aprendizaje mismo.

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